En cuanto a la elección de unas zapatillas de running adecuadas a cada
persona, es necesario tener algunos aspectos en cuenta:
Las zapatillas de running tienen una estructura básica, que consta de:
- Suela,es la parte en contacto con el suelo
- Media suela, parte que absorbe la energía del impacto
durante la zancada
- Upper, parte superior de la zapatilla, la cual
debe tener ciertas carazterísticas tanto de resistencia como de
transpiración
Los aspectos generales a tener en cuenta a la hora de elegir una zapatilla de
running son, respecto a la suela, elegir unas zapatillas con suela
medianamente resistente (que parezca que va a durar) y muy importante, que
sea antideslizante, ya que en los días de lluvia que salgamos a correr esto
nos evitará alguna que otra caida.
En cuanto a la media suela, la elección es bastante compleja debido a la gran
cantidad de materiales y productos con los que se pueden fabricar. El
material más común es la
EVA, que podemos encontrar en zapatillas de
gama baja y media. El aspecto principal para su elección es la amortiguación
que se necesita o que deseamos; esto depende mucho de lo que buscamos, si lo
que queremos son unas zapatillas para un trote lento y de larga distancia,
optaremos por unas zapatillas con una mayor amortiguación, al igual que si
fueramos personas con un peso alto. Por el contrario, si buscamos unas
zapatillas para correr a un mayor ritmo, buscaremos unas con un menor peso y
por tanto en general una menor amortiguación (debido a que el peso se suele
reducir eliminando material) ya que en algunos casos, utilizando unas
tecnicas especiales
Por último, el upper, como ya se ha dicho es la parte de tela en la que se
envuelve el pie y proporciona la sujección. Esta parte se encuentra sometidas
a un gran desgaste, por lo tanto debe ser resistente, por eso muchas
Zapatillas son construidas sin costuras, con lo que no se abren al ser
sometidas a esfuerzos. A su vez, el upper debe tener una buena sujección para
evitar lesiones, esto depende mucho de las características de cada persona,
pero debe quedar sujeto sin apretar en exceso. Cabe destacar que deben tener
una buena transpiración, aunque en general todas las zapatillas tienen una
traspiración decente.
Las zapatillas de running pueden clasificarse en zapatillas de
trail y zapatillas de asfalto.
Las zapatillas para asfalto, como su propio nombre indica, están diseñadas
para correr por asfalto, o mejor dicho, por entornos urbanos y carreteras
(aunque se puede correr por caminos en los que no existe un terreno muy
escarpado, como caminos de parques por ejemplo). Por otra parte, las
zapatillas de trail permiten correr por caminos en peor estado, como son los
caminos de montaña.
Las zapatillas pueden clasificarse a su vez en zapatillas de
entrenamiento, zapatillas mixtas y por último
de competición o voladoras.
Las zapatillas de entrenamiento se utilizan para entrenar (valga la
redundancia), con ellas se realizan grandes distancias y se utilizan muy a
menudo debido a que son con las que se suele entrenar. Por lo tanto, estas
zapatillas tienen una gran amortiguación y están diseñadas para poder rodar
entorno a 1000 km con ellas.
En cuanto a las zapatillas mixtas, son zapatillas que se pueden utilizar en
entrenamiento y en competición, aunque si las utilizas deberías ser una
persona de bajo peso ya que la amortiguación es menor, por lo tanto en
entrenamientos y en carreras de larga distancia tendrías mas riesgo de tener
una lesión.
Por último, las zapatillas de competición, son zapatillas que logicamente se
utilizan en competición. Son zapatillas con una amortiguación y peso menor,
ya que lo que se busca es una mayor velocidad, por lo tanto se deberían
utilizar especificamente en competiciones para evitar lesiones.